Weekend Voices 5/15/10

Executive Producer/Host: Amy Browne

Contributing Producer:  John Greenman

On April 17th, renowned photo-journalist and author David Bacon spoke in Bangor at an event sponsored several local social justice organizations.  David Bacon has spent 20 years as a union organizer, and is the author of a several books, most recently “Illegal People: How Globalization Creates Migration and Criminalizes Immigrants.” In Bangor, he spoke on the topic of “Immigration, Trade and Community”.

The event was co-sponsored by El Centro Latino Maine, Maine Fair Trade Campaign, Maine Migrant Health Program, Maine People’s Alliance, Mano en Mano, PICA – Power in Community Alliances, Social Justice Committee of the Unitarian Universalist Society of Bangor, and University of Maine Central America Service Association.   It was recorded by WERU’s John Greenman, and edited slightly for length.

U.S./El Salvador Report 1/16/10

Producer/Host: Kathleen March, University of Maine

Transcript:

This is Kathleen March.  Welcome to WERU’s US El Salvador Report. This week we discuss the deportations of numerous Salvadorans and the effects on those people. The report is produced by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US – El Salvador Sister Cities.
La crisis económica de Estados Unidos afecta a los inmigrantes de manera muy evidente.  Semanalmente llegan en aviones a su país de origen centenares de salvadoreños, volviendo a la pobreza que habían intentado evadir.  Suman 2 millones y medio los salvadoreños que residen en Estados Unidos, según algunas estadísticas, y las remesas que envían a sus casas son una contribución muy importante a la economía nacional.  Una fuente observa que llegan cientos de millones de dólares a este país, que no sólo es el más pequeño de América Central sino que también es conocido como productor de café gourmet – para el resto del mundo, se entiende.
Se calcula en 20.000 el número de regresados anualmente, y este número incluye a cierta cantidad de mareros, miembros de las maras o pandillas de delincuentes con prácticas de violencia.  El aumento de delitos en El Salvador es notable, aunque no todos los deportados permanecen en su país e intentan regresar a los Estados Unidos.  Juan José García, el viceministro de Relaciones Exteriores ha constatado que El Salvador presentó una petición a Estados Unidos, con la esperanza de que se declarara una moratoria de las deportaciones, dadas las dificultades que existen para absorber a los que vuelven.  Se adujo la razón de que el huracán Ida había causado mucha destrucción y gastos para la economía salvadoreña.  La petición fue denegada, aunque se ha prometido supervisar los procesos de deportación y se aceptó poner un límite.
Las experiencias de los deportados son diversas.   Algunos son capturados y devueltos sin la oportunidad de avisar a sus familiares o amigos en Estados Unidos.  En los centros de detención pueden pasar días, con una luz permanentemente encendida y un mínimo de alimentación.  Algunos aprenden de esta experiencia y no piensan volver; otros creen que no tienen más alternativa que intentar de nuevo cruzar la frontera en busca de empleo, ya que en El Salvador dolarizado no lo encuentran.
CHIRLA – Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles (Coalición para los Derechos Humanos de Inmigrantes de Los Angeles) – observa que entre 2008 y 2009, las expulsiones aumentaron en más del 8%, aunque en años anteriores el aumento había sido de un 24%.  Se dice que el descenso se debe a la disminución de detenciones en la frontera, la menor frecuencia de redadas y un cambio en la política migratoria del gobierno estadounidense.  El vocero de CHIRLA dice que la política de la administración actual está concentrada en los empleadores, las empresas que contratan a los indocumentados.  Por su parte la Patrulla Fronteriza de Tucson y Yuma practicó menos detenciones en 2009 que en 2008, aunque en general las deportaciones de salvadoreños documentados han subido en el área de Los Angeles.
Se están buscando medidas alternativas a la detención para inmigrantes en Estados Unidos.  También se procura hacer cambios en el programa del gobierno salvadoreño que se llama “Bienvenido a casa”, iniciado en 1998, que busca minimizar el impacto del regreso de los deportados.  Originalmente estuvo a cargo Catholic Relief Services, pero luego fue entregado a la ONG Fundación para el Desarrollo Integral, que tampoco lo dirige en este momento.  En cambio, los integrantes incluyen varios ministerios, dos universidades y otras entidades.
En el primer trimestre de este año, el presidente salvadoreño Mauricio Funes hará una visita a Barack Obama, en la Casa Blanca.
This is Kathleen March. This week in WERU’s US El Salvador Report we discussed the deportations of numerous Salvadorans and the effects on the deportees. The report has been produced by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US – El Salvador Sister Cities.

This is Kathleen March.  Welcome to WERU’s US El Salvador Report. This week we discuss the deportations of numerous Salvadorans and the effects on those people. The report is produced by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US – El Salvador Sister Cities. La crisis económica de Estados Unidos afecta a los inmigrantes de manera muy evidente.  Semanalmente llegan en aviones a su país de origen centenares de salvadoreños, volviendo a la pobreza que habían intentado evadir.  Suman 2 millones y medio los salvadoreños que residen en Estados Unidos, según algunas estadísticas, y las remesas que envían a sus casas son una contribución muy importante a la economía nacional.  Una fuente observa que llegan cientos de millones de dólares a este país, que no sólo es el más pequeño de América Central sino que también es conocido como productor de café gourmet – para el resto del mundo, se entiende. Se calcula en 20.000 el número de regresados anualmente, y este número incluye a cierta cantidad de mareros, miembros de las maras o pandillas de delincuentes con prácticas de violencia.  El aumento de delitos en El Salvador es notable, aunque no todos los deportados permanecen en su país e intentan regresar a los Estados Unidos.  Juan José García, el viceministro de Relaciones Exteriores ha constatado que El Salvador presentó una petición a Estados Unidos, con la esperanza de que se declarara una moratoria de las deportaciones, dadas las dificultades que existen para absorber a los que vuelven.  Se adujo la razón de que el huracán Ida había causado mucha destrucción y gastos para la economía salvadoreña.  La petición fue denegada, aunque se ha prometido supervisar los procesos de deportación y se aceptó poner un límite. Las experiencias de los deportados son diversas.   Algunos son capturados y devueltos sin la oportunidad de avisar a sus familiares o amigos en Estados Unidos.  En los centros de detención pueden pasar días, con una luz permanentemente encendida y un mínimo de alimentación.  Algunos aprenden de esta experiencia y no piensan volver; otros creen que no tienen más alternativa que intentar de nuevo cruzar la frontera en busca de empleo, ya que en El Salvador dolarizado no lo encuentran.   CHIRLA – Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles (Coalición para los Derechos Humanos de Inmigrantes de Los Angeles) – observa que entre 2008 y 2009, las expulsiones aumentaron en más del 8%, aunque en años anteriores el aumento había sido de un 24%.  Se dice que el descenso se debe a la disminución de detenciones en la frontera, la menor frecuencia de redadas y un cambio en la política migratoria del gobierno estadounidense.  El vocero de CHIRLA dice que la política de la administración actual está concentrada en los empleadores, las empresas que contratan a los indocumentados.  Por su parte la Patrulla Fronteriza de Tucson y Yuma practicó menos detenciones en 2009 que en 2008, aunque en general las deportaciones de salvadoreños documentados han subido en el área de Los Angeles.   Se están buscando medidas alternativas a la detención para inmigrantes en Estados Unidos.  También se procura hacer cambios en el programa del gobierno salvadoreño que se llama “Bienvenido a casa”, iniciado en 1998, que busca minimizar el impacto del regreso de los deportados.  Originalmente estuvo a cargo Catholic Relief Services, pero luego fue entregado a la ONG Fundación para el Desarrollo Integral, que tampoco lo dirige en este momento.  En cambio, los integrantes incluyen varios ministerios, dos universidades y otras entidades. En el primer trimestre de este año, el presidente salvadoreño Mauricio Funes hará una visita a Barack Obama, en la Casa Blanca.
This is Kathleen March. This week in WERU’s US El Salvador Report we discussed the deportations of numerous Salvadorans and the effects on the deportees. The report has been produced by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US – El Salvador Sister Cities.

Weekend Voices 1/03/09

Producer/Host: Amy Browne

Audio contributed by: Meredith DeFrancesco, Eric Olson, Jim Harney

Music from School of the Americas Annual Protest at Ft. Benning, GA

Today we pay tribute to Bangor resident—and world citizen—Jim Harney, who died on December 26th at age 68.

Harney was former Catholic priest, and one of the Milwaukee 14, a group of priests and faith-based peace activists who broke into draft boards and burned about 10,000 Selective Service records with homemade napalm in a protest against the Vietnam War in 1968.  They read from the gospel while the records burned.  He spent more than a year in jail for his part in that protest.

In recent years many of us knew Jim Harney through the faces and voices of others that he shared through his photographs and stories.  The photographs of people he met in Iraq have adorned pins and posters, putting a real face on war.  Jim traveled extensively in Latin America, interviewing and photographing people whose stories might not otherwise be told— the poor, survivors of systemic economic violence, those struggling for change.  He accompanied them on their journeys–  running with his friends in El Salvador as US bombs rained down on them, sleeping in the mud in the corn fields, crossing the desert with the undocumented.

After learning he had terminal cancer,  Harney planned a walk  from Boston to Washington DC last summer, to call attention to the plight of the undocumented.  He was able to make it as far as Rhode Island.

In December 2008, Jim Harney was given the Sacco & Vanzetti Social Justice Award from Community Church of Boston— an award that over it’s more than 30 year history has also been presented to Howard Zinn, Scott and Helen Nearing, Cesar Chavez and Rachel Corie.

FMI: www.posibilidad.org, http://celebratingjim.net/, www.soaw.org