Producer/Host: Kathleen March, University of Maine
Transcript:
This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. Today we discuss the lack of justice for families like those of Roque Dalton and the Serrano sisters. The report has been prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.
Después de casi año y medio sin que la Fiscalía General de la República abra una investigación, la familia de Roque Dalton acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con una demanda contra el Estado salvadoreño por no cumplir con su obligación de investigar el caso. Juan José Dalton, hijo de Roque, dice que la Fiscalía no ha respondido a su denuncia contra los supuestos autores materiales del asesinato de su padre. Se buscan verdad y justicia, como muchos familiares de víctimas del conflicto armado y los años anteriores. Según Dalton, “el Estado salvadoreño se está comportando como un prófugo de la justicia”.
Se decidió presentar la denuncia contra el Estado salvadoreño por no investigar el caso del asesinato y por el delito de no dar a conocer la verdad sobre el caso Dalton. Según la familia, desde el 10 de mayo de 1975 hasta el 10 de mayo del 2010, en El Salvador, no había ningún documento que recogiera el asesinato o que dijera “Roque Dalton fue asesinado en tal fecha”.
En mayo de 2010 la familia de Dalton solicitó al Fiscal General de la República que investigara. Se presentaron documentos que exponen las diferentes versiones del asesinato y confesiones de personas como Joaquín Villalobos y Jorge Meléndez, que se hicieron en un momento responsables. No ha habido respuesta.
El fiscal no recibió a la familia ni llamó a los involucrados en el crimen; se acude a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que estudiará la demanda, como ha estudiado los casos de monseñor Romero, los Jesuitas, las niñas Serrano, y otros desaparecidos. Se van a presentar otros casos en contra del Estado: los asesinatos del ex procurador Mario Zamora Rivas y del rector Félix Ulloa. Y un grupo de ex presos políticos presentará una denuncia por torturas, desapariciones forzadas y actos arbitrarios.
Es un proceso largo. La Comisión revisa y acepta o no el caso. Si determina que el Estado sí está violando los derechos de una persona, puede haber una conciliación amistosa entre el Estado y las víctimas, pero el Estado tiene que investigar el caso. Hace poco la Comisión le dijo a El Salvador que aún no ha investigado el crimen de monseñor Romero, los Jesuitas y otros.
En el caso de las hermanitas Serrano, que desaparecieron, el Estado fue condenado, y tiene que investigar qué pasó con ellas, pero no ha investigado, ni procesado, ni sancionado a nadie aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos se lo está pidiendo. El caso de los Jesuitas está ya a nivel internacional. Puede recibirlo un juzgado de cualquier país que haya firmado la convención del derecho a la verdad y las convenciones que hay sobre delitos de lesa humanidad, tortura, etc. El caso de Roque Dalton puede ser juzgado así.
El que no haya respuesta ni para el caso de Zamora, el de Ulloa, el de los presos políticos, ni el de Roque Dalton, no se debe a la falta de voluntad política, sino a la cobardía. El Estado salvadoreño y el Presidente se dejan chantajear por un pequeño grupo de criminales de guerra, que mataron a estas personas y a miles de campesinos. No serán ni 200 personas que cometieron crímenes de guerra pero el Estado les tiene miedo: la Tandona, los jefes militares, Joaquín Villalobos, Jorge Meléndez. Esa gente no se sentirá amenazada cuando las familias sólo buscan la justicia. Los asesinos de Romero, los Jesuitas y Roque Dalton son un grupo pequeño que puede ser sometido a la justicia. Esa gente ya no tiene el poder.
Se presentaron las denuncias, junto con testimonios y con datos. El asesinato de Roque Dalton es un crimen de lesa humanidad cometido por una organización clandestina, pero era una organización dentro de los actuales cánones de la justicia que puede cometer crímenes de guerra, como el secuestro y asesinato de alcaldes, empresarios o sus propios miembros. Hubo varios asesinatos de los propios miembros del ERP donde estaban Villalobos y Meléndez, no solamente el caso de Roque Dalton. Hay otros casos de gente de izquierda que fue asesinada .
¿El caso de monseñor Romero no es un crimen de lesa humanidad, porque lo cometió un escuadrón de la muerte? Según el hijo de Dalton, ‘en materia de justicia El Salvador está, ¡a cero! Está como cuando estábamos en la guerra. Los que mataron a monseñor Romero, a los Jesuitas, a Roque Dalton, a Mario Zamora, a Félix Ulloa, y los que cometieron masacres, ninguno ha sido procesado’.
Siempre sale la frase: no abramos las heridas….Pero los Dalton tienen una herida desde hace 35 años. ¿Las heridas de los familiares de los asesinados no cuentan? Dice el hijo de Dalton: ‘Cualquiera que diga eso es tan criminal como los asesinos; yo le pregunto a la familia de Mauricio Funes ¿cómo se sienten al saber que un hijo suyo fue asesinado y él no pudo recibir justicia, no pudo impartir justicia y tiene al asesino de Roque Dalton sentado al lado de él?’ “[Q]ue nos den a conocer la verdad. Que pidan perdón al pueblo salvadoreño. Por eso hay tantos crímenes hoy en día, y todos los días 12,13,14,15 muertos por la sed de venganza que hay porque no hay justicia”.
This has been Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. Today’s topic was the lack of justice for families like those of Roque Dalton and the Serrano sisters. The report was prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.