Producer/Host: Kathleen March
This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we look at the recent incident in Honduras that took place in an international effort to control drug trafficking. The report has been prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.
Se cree que están implicados agentes de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA son sus siglas en inglés) en dos operaciones contra el narcotráfico en Honduras. En las operaciones han muerto cuatro civiles, y han respondido los hondureños con protestas. Este incidente ha ocurrido pocos días después de que se supiera que la DEA había enviado cuerpos de élite al país centroamericano para entrenar a las brigadas de narcóticos hondureñas en las redadas contra los grupos de narcotraficantes.
La DEA ha negado que sus agentes hayan disparado contra civiles. “Trabajamos mano a mano con nuestros colegas hondureños, pero en ambas operaciones nos limitamos a servir de apoyo”, declaró la portavoz de la Agencia, Dawn Dearden. La presencia de agentes estadounidenses en Honduras y las circunstancias de estas dos operaciones han suscitado las dudas de la gente y muestran el peligro que suponen las técnicas de guerrilla empleadas en la lucha contra el narcotráfico.
En el primer enfrentamiento, el 6 de mayo, un comando de oficiales estadounidenses y hondureños intentaba interrumpir un intercambio de cocaína. Los traficantes dispararon y luego huyeron. La semana siguiente, otro equipo mixto confundió una embarcación civil con un bote que transportaba droga y abrió fuego contra los que estaban a bordo. Hubo cuatro víctimas, incluyendo dos mujeres embarazadas, según denunció el alcalde de Ahuás, Lucio Baquedano. El gobierno hondureño sólo reconoció que hubieran muerto dos narcotraficantes.
De los agentes de la DEA que son destinados a Honduras la mayoría son veteranos de las guerras de Irak y Afganistán. Se les prohíbe disparar – salvo en casos de legítima defensa – y tampoco pueden intervenir aunque los agentes hondureños estén en peligro. También tienen que informar de antemano de todas las misiones a la embajadora de EE UU, quien está encargada de impedir que se violen los derechos humanos.
Honduras es ahora uno de los objetivos más importantes de la lucha contra el tráfico de drogas que está llevando a cabo el Gobierno de Obama. Cerca del 90% de la cocaína de Colombia y Venezuela llega a EE UU a través de Centro América; la tercera parte de esta droga pasa por Honduras. En este país la presencia de los cárteles aumenta debido al desgobierno en muchas zonas del país. La DEA mantiene tres bases en Honduras, con el permiso de Tegucigalpa, donde se entrena a las fuerzas locales en las tácticas de guerrilla desarrolladas en países asiáticos para combatir a la insurgencia. En más de una ocasión las actividades de la DEA en otros países han provocado críticas. En 2011, la DEA participó en el lavado de dinero en México con el objetivo de descubrir cómo los narcotraficiantes y sus organizaciones movían el dinero del contrabando de drogas. En 2009, se supo que había un programa Rápido y Furioso, en el que el Gobierno de EE UU entregaba armas a cárteles de México para descubrir por qué rutas eran transportadas. Puede que haya otras operaciones. Estas estrategias causaron graves problemas para la colaboración en la lucha antidroga entre México y EE UU.
En el caso hondureño, un helicóptero sobrevolaba el río Patuca, en el noreste del país, en una operación antidrogas. La Mosquitia es una de las principales escalas de aviones cargados de drogas hacia el norte. En el helicóptero había militares hondureños y agentes de la DEA, que trabajaban desde hace meses encubiertos. Creyeron detectar un movimiento ‘sospechoso’ y dispararon sobre cuatro personas: dos pescadores y sus dos mujeres. Los soldados aseguran que su helicóptero fue atacado previamente. En realidad los muertos estaban pescando en su lancha.
Los habitantes de La Mosquitia, en su mayor parte indígenas, protestan: han quemado oficinas gubernamentales y han publicado un comunicado exigiendo que los agentes de la DEA salgan de la zona: “Por siglos hemos sido un pueblo pacífico que vive en armonía con la naturaleza, pero hoy declaramos no grata la presencia en nuestro territorio de esos norteamericanos”. El texto está firmado por los líderes de los grupos indígenas masta, diunat, rayaka, batiasta y bamiasta.
Según el alcalde de Ahuás: “Los pobladores inocentes y ajenos al problema de las drogas iban en una lancha en sus actividades cotidianas de pesca… y los ametrallaron desde el aire”.
Las autoridades de la DEA han reconocido que sus agentes iban a bordo del helicóptero “en un papel de apoyo, trabajando con nuestros homólogos”, según la portavoz de la DEA en Washington, Dawn Dearden, pero que ellos no dispararon. El Departamento de Estado afirma que casi el 80% de todos los vuelos son de contrabando, lo cual justifica su colaboración con los militares hondureños.
La política antidroga que se está llevando a cabo en Centro América es un objetivo importante para EE UU. El Pentágono tiene 200 equipos especiales en la región para entrenar a los cuerpos de lucha contra drogas de los países centroamericanos. El gobierno de EE.UU. mantiene actualmente el objetivo de prevenir el tráfico de drogas más que perseguirlo.
This has been Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we looked at the recent incident in Honduras that occurred during an international effort to control drug trafficking. The report was prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.