U.S./El Salvador Report 12/7/13

Producer/Host: Kathleen March

This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week our topic is writer Claribel Alegría’s visit to El Salvador. The report has been prepared in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.
Clara Isabel Alegría Vides nació en Estelí, Nicaragua, en 1924; por problemas políticos (su padre era simpatizante de los sandinistas) la familia emigró a El Salvador. Se casó con el diplomático y escritor Darwin J. Flakoll, con quien tuvo cuatro hijos y coescribió varios libros. Ha publicado más de treinta libros: poesía, ensayo, cuento, novela y testimonio. Su obra está traducida a más de una docena de lenguas. Muy premiada, fue finalista del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral (Cenizas de Izalco, 1964); ganó el Premio Casa de las Américas (Sobrevivo, 1978); el Premio Poesía de Autores Independientes (2000) y la Orden de Caballero de las Artes y las Letras, concedido por el Gobierno de Francia (2004). En 2006 fue la primera mujer hispanoamericana en recibir el Premio Internacional Neustadt – ” el Nobel de América” – para la Literatura, otorgado por la Universidad de Oklahoma y la revista World Literature Today.
Claribel Alegría está en El Salvador para recibir el reconocimiento de «Notable poeta y distinguida maestra», por su trabajo como escritora. Se entrevistó con Miriam García, de ContraPunto. Es aficionada a las pupusas de queso con loroco. Va a Izalco, para compartir su poesía, y dice que su hijo Erik Flakoll está produciendo un documental acerca de su vida. El proyecto subraya el trabajo literario de esta escritora nacida en Nicaragua, pero con El Salvador en el corazón.
Dijo Alegría: Hace como dos años vine la última vez. Pero este viaje es muy especial porque sé que es el último viaje, el de los adioses. “A mis volcanes hoy los vi, a mis paisajes, a mi gente, lo estoy viendo de otra manera, como que es la última vez que los voy a ver. … Voy a cumplir 90 años, así que…”
La impresión más importante que le gustaría llevarse de El Salvador es el cariño de los amigos, el acento salvadoreño. También los paisajes. ¡Y las pupusas!
Dijo: Escribir para mí es establecer un diálogo conmigo misma y con la gente que yo quiero. … Ha querido:ser transparente en su obra. La musa no la ha abandonado, añade. Trabajó lo testimonial, como en la novela de Cenizas de Izalco. Hay cosas que no son para la poesía, … como matanza espantosa que pasó cuando ella tenía siete años. .. quería darle voz a toda esa gente. Después de Cenizas de Izalco, novela histórica, fueron los testimonios. Con el marido Alegría fue a Nicaragua cuando ganó la revolución; escribieron Nicaragua y la revolución Sandinista. Viajaron por todo el país y entrevistaron a personas que estaban con la revolución y que no estaban… Llegó un salvadoreño que les contó cómo había muerto su mujer en la guerrilla salvadoreña y ella así decía «A mí no me agarran viva». Él les dijo «Si yo fuera escritor, escribiría eso» y Claribel le dijo que lo escribiría.
Su novelística testimonial comienza en los 80. Antes hicieron la antología de New Voices of Hispanic America (Nuevas voces de Hispanoamérica). A mediados de los 50 vivían en México y conocieron a Juan Rulfo, Arriola y otros… poco conocidos en su propio país.. Muchos de ellos ahora están en el «boom».
“Yo antes era muy lírica y muy introspectiva, de jovencita. Yo pensaba que no podía haber cambios. Que los Estados Unidos ayudaban a los dictadores de turno. después desperté y empecé a ver el sufrimiento. Se me vino Cenizas de Izalco, y yo estaba viviendo en París. Se me vino la masacre y yo había, de cierto modo, sido testigo”.
En cuanto a la literatura salvadoreña, la generación de Susana Reyes, de Jorge Galán, la considera muy buena. Salarrué fue un clásico. El haber tenido a amigos, como Cortázar, Robert Graves, Mario Benedetti y otros fue muy importante. Por ejemplo, Rulfo era un hombre muy tímido y le hizo ser más estricta con lo que escribía, porque el mismo dudaba de publicar sus cosas. Julio Cortázar influyó en ella por lo lúdico.
Alegría tuvo tres hijas en dos años, por las gemelas. Casi no escribió pero Flakoll consiguió trabajo en México… Dijo: “Allí sentí que había recobrado mi lengua, porque en Estados Unidos sentía me estaba perdiendo los últimos coloquialismos y esa fue mi salvación”. Su esposo sabía lo que para ella significaba la vocación literaria. Dice la escritora: “yo hubiera querido ser una gran escritora. Sé que no soy una gran escritora, pero sí estoy contenta, porque he dado todo lo que yo he podido. Y eso es lo que aconsejo siempre”.
Algunos opinan que Alegría es la escritora salvadoreña más internacional.
Ella dice que es cuestión de suerte y tal vez porque ha viajado mucho. Y que esa es su vocación. Tuvo apoyo de sus padres, luego de Salarrué y Alberto Guerra Trigueros. Dice de su libro Saudade que ha recibido cartas de viudas diciéndole que les ha ayudado.
This has been Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week’s topic was writer Claribel Alegría’s visit to El Salvador. The report was prepared in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.

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