Producer/Host: Kathleen March, University of Maine
Transcript:
This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we summarize one perspective on the 190th anniversary of Central American and Salvadoran independence. The report has been prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.
Últimamente Carlos Ayala Ramírez comentó para Kaos en la Red:
El 15 de septiembre se conmemoró en Centroamérica, 190 años de la fecha en que los países se liberaron del dominio español. Hubo actividades para recordar el acontecimiento; se repiten cada año: desfiles estudiantiles y militares, discursos, grandes concentraciones de personas. Sin embargo, todavía hay desafíos para la independencia nacional.
El Padre Ignacio Ellacuría decía que la independencia de las naciones y de las personas se hace día a día y se puede perder de un momento a otro. También afirmaba que “la independencia nacional cobra características distintas en cada coyuntura de la historia y, por eso, cada conmemoración de la gesta independentista ha de ser diferente: diferente en el recuerdo de lo que fue aquel primer 15 de septiembre, diferente en el análisis de lo que es esa fecha hoy, diferente en lo que ha de proponerse la patria como tarea futura para llegar a ser cada vez más una patria libre”.
Ayala Ramírez pregunta ¿Cuáles son las tareas más importantes que tiene El Salvador para ser una patria más libre? e identifica cinco: libertad de la pobreza, libertad de la inseguridad, libertad de la injusticia, libertad para desarrollar el potencial humano propio, y libertad para acceder a un trabajo digno.
La pobreza es un obstáculo grande para alcanzar un nivel de vida digno. El Informe sobre Desarrollo Humano de El Salvador para el año pasado indica que alrededor del 40% de los hogares salvadoreños son pobres, la escolaridad promedio es de 6 años, y el analfabetismo de las personas de 10 años o más es del 14%. El 40% de los enfermos no recibe atención médica, y solo el 20% de la población tiene seguro de salud. Solo el 18% tiene pensión. La pobreza estorba el desarrollo de la gente y causa muerte lenta por la falta de alimentación, salud, educación, vivienda y trabajo.
Según la Organización de Naciones Unidas, en El Salvador hay 70 homicidios por cada 100,000 habitantes (el promedio mundial es de 8.8). Son niveles epidémicos, según la Organización Mundial de la Salud, ya que cuando hay más de nueve asesinatos por cada 100,000 habitantes hay epidemia. El 90% de la población salvadoreña se siente inseguro en los lugares públicos; más del 6o% evita ciertos lugares de diversión; el 40% limita lugares de compra; cerca del 40% no va a lugares de recreo y el 14% ha cambiado de lugar de residencia.
Sin un estado de derecho y una justicia imparcial, los derechos humanos no existen. En El Salvador la administración de justicia es difícil por la poca capacidad institucional. Se ha visto recientemente en el caso jesuitas. Un componente importante de los Acuerdos de Paz fue el fortalecimiento del sistema de justicia; pero en 20 años, las reformas no han alcanzado los objetivos originales. Según Ayala Ramírez, la confianza en el sistema ha decaído, por la frecuente impunidad, las muchas denuncias y los casos de corrupción de magistrados, jueces y fiscales.
Los salvadoreños no tienen oportunidades para realizar su potencial individual, para participar en todas las esferas de la sociedad. Según la Constitución el gobierno se compromete a garantizar a la población al menos la salud, la nutrición y la educación por sus efectos positivos, en el capital humano. El Padre Ellacuría hablaba de una civilización de la pobreza, donde ésta ya no sería la privación de lo necesario y fundamental para las mayorías, sino “un estado universal de cosas en donde está garantizada la satisfacción de las necesidades fundamentales, la libertad de opciones personales y un ámbito de creatividad personal y comunitaria que permita la aparición de nuevas formas de vida y cultura, nuevas relaciones con la naturaleza, con los demás, consigo mismo y con Dios”.
Todas las personas en edad de trabajar y con voluntad de hacerlo deben tener un trabajo que reciba una remuneración justa, protección social, buenas condiciones y seguridad en el lugar de empleo, posibilidad de desarrollo personal y reconocimiento social, e igualdad en el trato para hombres y mujeres.
Si se quiere hablar de la independencia nacional, es imprescindible tener en cuenta estos temas y derechos, según Ayala Ramírez.
This has been Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we summarized one perspective, that of Carlos Ayala Ramírez, on the 190th anniversary of Central American and Salvadoran independence. The report was prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.