Producer/Host: Kathleen March
Transcript:
This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we expand on last week’s theme of Salvadoran women and maquilas (sweat shops). The report has been prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.
En enero el blog llamado “El Trompudo” presentó el tema “Maquilas en El Salvador: relaciones de producción de semi esclavitud”, utilizando datos de una investigación hecha por la Campaña Ropa Limpia, cuya página web puede proporcionar más información. Resumimos las afirmaciones de ambas fuentes.
Las trabajadoras textiles de El Salvador reciben 8 centavos por coser camisetas de Adidas, Reebok y Puma que se venden por 25 dólares. La Asociación Mujeres Transformando ha denunciado sus condiciones laborales en un informe sobre la maquila Ocean Sky, proveedora de estas tres empresas. El informe documenta que a las trabajadoras se les niegan sus derechos, se les pagan salarios muy bajos y que experimentan maltrato y acoso laboral, con constantes humillaciones de los supervisores. Hay cerca de 1.500 trabajadoras en Ocean Sky El Salvador, las cuales trabajan encerradas, rodeadas de alambres de púa y vigiladas por guardias armados. Seis de ellas fueron despedidas por haber avisado a sus compañeras de que el agua supuestamente potable de la fábrica estaba contaminada con heces fecales.
A pesar de dos investigaciones y algunos gestos correctivos, sigue habiendo muchas violaciones a los derechos de las trabajadoras en Ocean Sky. Informes hechos por las mismas trabajadoras, entregados a “Mujeres Transformando”, señalan cómo, aun después de recibir capacitación sobre la política de no tomar represalias, algunos supervisores(as) continuaron cometiendo abusos verbales hacia ellas y obligándolas a trabajar horas extras no compensadas. “Unos pocos supervisores han sido disciplinados por sus abusos,” reconoció Montserrat Arévalo de Mujeres Transformando, “pero persiste el trato abusivo ligado a la presión de cumplir con las fechas de entrega de las órdenes de compra”. La empresa multinacional de Ocean Sky tiene su sede en Singapur. Produce para varias grandes marcas estadounidenses, como Reebok (propiedad de Adidas), Puma, Old Navy (propiedad de Gap), New Balance, Columbia Apparel y Talbot. Perry Ellis se retiró de la fábrica cuando los problemas surgieron.
Las condiciones de explotación fueron el tema de un informe público de Mujeres Transformando y el Instituto por los Derechos Humanos y Laborales Globales, (localizado en EE.UU.) en enero de este año. El informe revela que las personas empleadas por Ocean Sky reciben salarios de pobreza que alcanzan sólo un cuarto de las necesidades básicas de una familia, trabajan horas extras no pagadas e ilegalmente obligatorias, tienen que beber agua contaminada, son presionadas para lograr metas excesivas de producción y reciben un trato humillante por parte de los supervisores. Ya que Ocean Sky y muchas de las marcas que se producen en la fábrica son miembros de la Asociación Trabajo Justo (FLA), ésta pidió que la organización de monitoreo independiente COVERCO, localizada en Guatemala, investigara el caso. Las trabajadoras no se han sentido satisfechas por el papel que hasta ahora ha hecho la FLA.
COVERCO comprobó que la mayoría de los abusos denunciados sí ocurrían. Encontró que:
• La gerencia presionaba a las trabajadoras a trabajar horas extras;
• Había abuso verbal por parte de al menos cinco supervisores;
• Había problemas de salud y seguridad, con temperaturas excesivamente altas en el lugar de trabajo y la inexistencia de la comisión de seguridad e higiene;
• Había impago de la prestación del séptimo día; y
• Se presionaba a las trabajadoras para que no dijeran nada perjudicial sobre la empresa durante entrevistas.
Aunque COVERCO encontró que todas las trabajadoras(es) recibían el salario mínimo legal, también notó que el salario básico cubría sólo el 23% de la canasta básica para una familia salvadoreña promedio. Otro estudio, también comisionado por la FLA, encontró niveles inaceptables de bacterias coliformes de origen fecal en la mayoría de las fuentes de agua para beber.
Como consecuencia, la patronal implementó un plan de acción correctiva, que incluía disciplinar a los supervisores que obligaran a las empleadas a trabajar horas extra, prohibir el acoso verbal y dar una capacitación anual para supervisores sobre la política de no tomar represalias como empresa. Prometió eliminar la negativa de otorgar la prestación del séptimo día y prometió tratar con los problemas de salud y seguridad. La FLA no pidió un aumento de los salarios. COVERCO, en una segunda investigación en junio, documentó que seguía habiendo muchas violaciones.
Según Montserrat Arévalo, la investigación volvió a confirmar problemas crónicos con las horas extras y que muchos de los mismos supervisores seguían hostigando a las trabajadoras. Aunque las horas extras excesivas no han sido un problema en semanas recientes, pero no se sabe con seguridad si esto refleja un cambio en la práctica o si es porque hubo una caída en la producción.
“Por el lado positivo, la gerencia ahora está mas dispuesta a reunirse con nosotras para dialogar sobre los problemas en la fábrica,” dijo Arévalo. “Somos cuidadosamente optimistas, pero hay temas más importantes que permanecen, como los bajos precios que se pagan por prenda y otras prácticas de compra de las marcas, que resultan en salarios de pobreza y horas extras excesivas”.
This was Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we expanded on last week’s theme of Salvadoran women and maquilas (sweat shops). The report was prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul and US-El Salvador Sister Cities.