Producer/Host: Kathleen March
Transcript:
This is Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we have the third and final part of a series on shortcomings of the FMLN administration from the perspective of alternative media such as Rebelión. The report has been prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.
Entre los aspectos positivos del gobierno actual de El Salvador pueden mencionarse: el restablecimiento de las relaciones con Cuba; la eliminación de las cuotas “voluntarias” en centros de salud y hospitales públicos; escrituras de tierras a los campesinos; la propuesta de ley de medicamentos; la respuesta inmediata ante las catástrofes naturales y la entrega de más de un millón de uniformes y útiles escolares a estudiantes del sistema público. El gobierno del FMLN no ha llevado a cabo una reforma fiscal dura, y pronto expresó su reconocimiento del nuevo gobierno de Honduras. Sin embargo, afirma estar satisfecho por no haber roto la comunicación, por sólo haber habido algún que otro bache.
Pero la dirección interna del partido no ha permitido participar en las elecciones para la dirección política a la mayoría de sus militantes; los guardaespaldas de un diputado sacaron sus armas para impedir que los activistas del partido entrasen a los locales de votación. Se teoriza que esto se debe a la nueva ley electoral, que ahora permite listas abiertas y candidaturas independientes. El FMLN quiere garantizar que sólo los más fieles sigan en el seno del partido, así los candidatos de siempre seguirán en los primeros lugares de las listas. La reciente resolución del tribunal Constitucional favorable a las candidaturas independientes y listas abiertas tiene el objetivo de salvar al sistema político salvadoreño, que tiene cada vez menos credibilidad. No obstante, ni el FMLN ni los partidos de derecha aceptan la resolución. Hay quienes temen que esto lleve a un golpe de estado.
Schafik Handal, líder histórico del FMLN, decía en 1991 que un futuro Gobierno del Frente “cambiará favorablemente la vida de una gran parte de la población al realizar la reforma agraria profunda y atenderá de manera prioritaria los problemas alimentarios, de salud, educación y vivienda, incorporando al pueblo al esfuerzo por resolverlos.” Hoy muchos dudan que la opción de incorporar al pueblo tenga fuerza en el FMLN.
Ahora se ven aspectos del FMLN que la guerra ocultaba. Un ejemplo es la visión de la iglesia católica (la de ahora, no la de monseñor Romero) como fuente de liderazgo moral, que algunos ministros ex-comandantes consideran política de estado. El festejo del aniversario de la “independencia” de España el 15 de septiembre no se distingue de las celebraciones de los anteriores gobiernos de derecha. Hay falta de apoyo a la directora del Instituto de la Mujer, quien no quiere que las estudiantes de colegios públicos vistan faldas cortísimas cuando desfilan en actos oficiales (imitando los desfiles estadounidenses). Las organizaciones feministas definen esta tradición como “una práctica sexista, que genera discriminación y violencia en contra de las mujeres”.
Conclusión
Se le atribuye al analista político Dagoberto Gutiérrez una frase que se ha vuelto popular: en El Salvador hay un Gobierno sin partido y un partido sin Gobierno. Quiere decir, que el FMLN ganó la votación pero perdió el Gobierno, y el Gobierno es un equipo de personas que no ganaron las elecciones, pero gobiernan. Para entender esto, por un lado se observa que en el último período de la guerra, la mayoría de los insurgentes se preparaban para abandonar la lucha política y participar en la lucha electoral, lo cual implicó la disolución de todas las organizaciones que integraron al FMLN al crear el instrumento electoral que era el partido FMLN. En las dos décadas desde la firma de los Acuerdos de Paz, esto se tradujo en cargos: alcaldes, diputados y desde el 2009 ministros, directores y altos cargos institucionales. Con esta base, el FMLN aspiraba establecer un gobierno “progresista”, como en Nicaragua o Ecuador, pero no tan “radical” como en Venezuela. El FMLN pensaba que podía gobernar “para todos” y controlar al presidente Funes. Pero a pesar de que Arena fue derrotada en las elecciones, la derecha no fue vencida. Por otro lado, Funes aplica un modelo económico de derecha, respaldando sus proyectos políticos y económicos. Según Gutiérrez, la característica principal del gobierno ha sido la indefinición. El vaivén es ya insostenible; el FMLN expresa siempre los intereses de una parte y nunca los intereses del todo.
El movimiento popular tiene que confrontar al nuevo Gobierno a la burguesía, porque el pueblo, que ha confiado en el FMLN, necesita saber que depende de sus propias fuerzas, organización, proyecto, alianzas y unidad. La lucha contra las represas y la minería, contra los cultivos transgénicos, por el empleo y un salario digno, por la defensa del medio ambiente, por la soberanía y la democracia participativa, son puntos fundamentales. El movimiento popular tiene que aprender a ser sujeto político.
This has been Kathleen March with WERU’s US-El Salvador Report. This week we presented the third and final part of a series on shortcomings of the FMLN administration from the perspective of alternative media such as Rebelión. The report was prepared by the University of Maine in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US-El Salvador Sister Cities.