U.S./El Salvador Report 6/20/09

Producer/Host: Kathleen March

Transcript: This is Kathleen March from the University of Maine and the report for WERU today is in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities. This report is on the 1989 assassination of religious leaders in El Salvador from the perspective of Spain, since persons of Spanish nationality were among those killed.
En enero de este año la Audiencia Nacional española declaró que iba a investigar a 14 militares salvadoreños por el asesinato en El Salvador de seis jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) y dos mujeres. El asesinato ocurrió en 1989.

El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, admitió la querella presentada el 13 de noviembre de 2007 por dos organizaciones de derechos humanos, la Asociación Pro Derechos Humanos de España y el Centro de Justicia y Responsabilidad, con sede en San Francisco (EEUU).

El ex presidente salvadoreño Alfredo Cristiani, también denunciado por estas asociaciones, no será investigado.

Las asociaciones de derechos humanos acusan a los demandados de “crímenes contra la humanidad” y de “terrorismo de Estado”. Se basan en el principio de justicia universal, que permite a los tribunales españoles perseguir crímenes de lesa humanidad en todo el mundo. Los querellantes también acusaban a Cristiani de “encubrir” el crimen perpetrado por el Ejército salvadoreño.

El 16 de noviembre de 1989, miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño asesinaron en San Salvador a los sacerdotes hispano-salvadoreños Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), y al vicerrector, Ignacio Martín Baró, a otros tres religiosos españoles y uno salvadoreño, y a una criada y su hija.

Los acusados son cuatro generales, además de tres coroneles, tres tenientes, dos sargentos, un cabo y dos soldados.

Por el crimen, fueron juzgados nueve militares, entre ellos el director de la Escuela Militar de San Salvador, el coronel Guillermo Alfredo Benavides, culpado de todos los crímenes y condenado a 30 años de cárcel.

Benavides fue liberado el 1 de abril de 1993 bajo la ley de amnistía que perdonó todas las atrocidades cometidas durante la guerra civil en El Salvador (1980-1992).

Tras la presentación de la querella en Madrid, el entonces presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, declaró que Cristiani no tenía nada que ver con el crimen y garantizó al ex presidente el completo apoyo de su gobierno. Afirmó hoy que la apertura en España de este juicio no contribuía al “desarrollo democrático” de su país. Declaró: ” … el caso de los jesuitas es un caso que se juzgó, y se condenó a un grupo de militares que posteriormente fueron amnistiados porque hubo una Ley de Amnistía que era necesaria a la par de los Acuerdos de Paz”. Añadió que “Nosotros condenamos las muertes, las lamentamos, pero la verdad es que los países se administran para adelante, se administran viendo el futuro…”.

El arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz, manifestó su temor de que la apertura en España de una investigación de Cristiani no ayude “en el proceso de reconciliación interno”, aunque esta querella se basa en el principio de Justicia Universal, la misma que permitió en 1998 el arresto del chileno Augusto Pinochet por el juez Baltasar Garzón. En este mes se ha informado que el nuevo presidente, Mauricio Funes, en una de sus primeras declaraciones ofreció eliminar la impunidad y someter a los tribunales a los autores de numerosos crímenes cometidos por el brazo armado del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), fundado por Roberto D´Aubuisson.
This has been Kathleen March from the University of Maine. Today we discussed the case of the assassination of religious leaders in El Salvador in 1989 from the perspective of Spain. This report for WERU was in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities.
This is Kathleen March from the University of Maine and the report for WERU today is in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities. This report is on the 1989 assassination of religious leaders in El Salvador from the perspective of Spain, since persons of Spanish nationality were among those killed.
En enero de este año la Audiencia Nacional española declaró que iba a investigar a 14 militares salvadoreños por el asesinato en El Salvador de seis jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) y dos mujeres. El asesinato ocurrió en 1989.

El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, admitió la querella presentada el 13 de noviembre de 2007 por dos organizaciones de derechos humanos, la Asociación Pro Derechos Humanos de España y el Centro de Justicia y Responsabilidad, con sede en San Francisco (EEUU).

El ex presidente salvadoreño Alfredo Cristiani, también denunciado por estas asociaciones, no será investigado.

Las asociaciones de derechos humanos acusan a los demandados de “crímenes contra la humanidad” y de “terrorismo de Estado”. Se basan en el principio de justicia universal, que permite a los tribunales españoles perseguir crímenes de lesa humanidad en todo el mundo. Los querellantes también acusaban a Cristiani de “encubrir” el crimen perpetrado por el Ejército salvadoreño.

El 16 de noviembre de 1989, miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño asesinaron en San Salvador a los sacerdotes hispano-salvadoreños Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), y al vicerrector, Ignacio Martín Baró, a otros tres religiosos españoles y uno salvadoreño, y a una criada y su hija.

Los acusados son cuatro generales, además de tres coroneles, tres tenientes, dos sargentos, un cabo y dos soldados.

Por el crimen, fueron juzgados nueve militares, entre ellos el director de la Escuela Militar de San Salvador, el coronel Guillermo Alfredo Benavides, culpado de todos los crímenes y condenado a 30 años de cárcel.

Benavides fue liberado el 1 de abril de 1993 bajo la ley de amnistía que perdonó todas las atrocidades cometidas durante la guerra civil en El Salvador (1980-1992).

Tras la presentación de la querella en Madrid, el entonces presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, declaró que Cristiani no tenía nada que ver con el crimen y garantizó al ex presidente el completo apoyo de su gobierno. Afirmó hoy que la apertura en España de este juicio no contribuía al “desarrollo democrático” de su país. Declaró: ” … el caso de los jesuitas es un caso que se juzgó, y se condenó a un grupo de militares que posteriormente fueron amnistiados porque hubo una Ley de Amnistía que era necesaria a la par de los Acuerdos de Paz”. Añadió que “Nosotros condenamos las muertes, las lamentamos, pero la verdad es que los países se administran para adelante, se administran viendo el futuro…”.

El arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz, manifestó su temor de que la apertura en España de una investigación de Cristiani no ayude “en el proceso de reconciliación interno”, aunque esta querella se basa en el principio de Justicia Universal, la misma que permitió en 1998 el arresto del chileno Augusto Pinochet por el juez Baltasar Garzón. En este mes se ha informado que el nuevo presidente, Mauricio Funes, en una de sus primeras declaraciones ofreció eliminar la impunidad y someter a los tribunales a los autores de numerosos crímenes cometidos por el brazo armado del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), fundado por Roberto D´Aubuisson.
This has been Kathleen March from the University of Maine. Today we discussed the case of the assassination of religious leaders in El Salvador in 1989 from the perspective of Spain. This report for WERU was in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities.

U.S./El Salvador Report 6/13/09

Producer/Host: Kathleen March

Transcipt:
This is Kathleen March from the University of Maine and the report for WERU today is in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities. This report is on the continuing importance of the figure and ideas of Father Oscar Romero, who was assassinated in 1980.
Este reportaje es sobre la importancia del Padre Romero, como figura religiosa y política para los salvadoreños y muchos otros.

La semana pasada hablamos del Padre Romero y la mención de él por el Presidente Funes como guía espiritual. Esta semana hablamos un poco más sobre el arzobispo Romero y su importancia para El Salvador y más allá de las fronteras del país.
Oscar Arnulfo Romero y Galdámez nació en Ciudad Barrios en 1917 y fue asesinado en San Salvador en 1980. Su gran delito era predicar en defensa de los derechos humanos, a la vez que denunciaba las violaciones de ellos por parte del gobierno, mostrando así una completa solidaridad con las víctimas de la violencia. Su constante crítica de los atropellos, los escuadrones de la muerte y la desaparición de muchas personas no pararon cuando un amigo suyo, el Padre Rutilio Grande, fue asesinado en 1977. En el 79 Romero hizo un llamamiento al ejército salvadoreño para que dejara de ejercer la represión sobre el pueblo, para que hubiera paz. Meses después, mientras decía misa, un francotirador lo mató con un tiro en la cabeza. Se ha dicho que el orden de matarlo lo dio Roberto D’Aibuisson, fundador del partido ARENA, que acaba de perder las elecciones presidenciales.
Es muy interesante notar la manera en que el arzobispo Romero ha continuado siendo figura de referencia no sólo a nivel nacional, de la iglesia católica – incluso ha habido un esfuerzo por conseguir su canonización – sino también a nivel de la cultura popular dentro y fuera de El Salvador. Se identificó con los pobres y se piensa en él como portavoz de la teología de la liberación, que tiene seguidores en muchas partes del mundo. Pero la cultura popular ha ido más allá de lo estrictamente religioso. En el 89, Raúl Juliá hizo el papel del religioso en la película “Romero”. El famoso cantautor panameño Rubén Blades (que fue candidato a la presidencia de Panamá) le dedicó la canción “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”. Otros músicos que le han dedicado canciones son: Luis Mejía Godoy, de Nicaragua; Yolocamba I Ta de El Salvador; la cantante canadiense Nancy White; y el grupo chileno “Sol y lluvia”. Guillermo Cuéllar compuso “La misa centroamericana”, incluida en un CD con otros temas y grupos que forman un testimonio y homenaje a Romero. La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, le hace un homenaje anual. En las artes plásticas el Equipo Maíz y ASTAC – Asociación de Trabajadores del Arte y la Cultura – siguen inspirándose en su figura. Además, se encuentran en Nueva York y San Francisco unos murales que destacan la importancia del monseñor. Los nombres de los artistas incluyen: Isaías Mata, Benjamín Cañas y Samuel Rowinski. Tampoco podemos olvidar el Teatro La Fragua (dirigido por el Padre Jack Warner en Honduras), la obra “Romerocrucis” del escritor Miguel Chinchilla, y las estatuas de Romero en Westminster, Reino Unido, y en la Plaza de las Américas, San Salvador.
Está claro que el Arzobispo Oscar Romero sigue siendo fuente de inspiración, no sólo para los pobres que él tanto defendió, sino también para mucha producción artística, y asimismo para el actual presidente salvadoreño, Maurico Funes, quien prometió dedicar su mandato a trabajar a favor de “los pobres y vulnerables” y por un nuevo acuerdo de paz y de conciliación nacional, con el fin de honrar su memoria. En 2010 se cumplirán 30 años de su desaparición; se puede esperar que desaparezcan también las condiciones de vida en El Salvador y más allá de sus fronteras que el Padre Romero tanto aborrecía.
This has been Kathleen March from the University of Maine. Today we discussed the continuing presence and importance of Father Oscar Romero in El Salvador. This report for WERU was in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities.

U.S./El Salvador Report 6/06/09

Producer/Host: Kathleen March, University of Maine
Topic: The inaugural speech of El Salvador’s new president, Mauricio Funes of the FMLN.

Este reportaje es sobre el discurso de la toma de posesión del nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes.
El primero de junio Carlos Mauricio Funes Cartagena tomó posesión de la presidencia de El Salvador. Su discurso empezó con la promesa del cambio que, afirma él, depende del pueblo entero, de su unión y armonización democrática. En sus palabras, es una unión “en torno de un proyecto de desarrollo nacional que tiene como base la inclusión social, la ampliación de las oportunidades, la valorización de la producción y el trabajo, la modernización de las instituciones y la garantía plena de las libertades democráticas.” Asimismo, se refirió Funes al largo camino de los salvadoreños y a la necesidad de no equivocarse ahora. A continuación explicó que “evitar el error comienza por no hacer lo que algunos ya hicieron mal en este país: gobernar para pocos, ser complaciente con la corrupción, temer y ser cómplice del crimen organizado, pactar con el atraso en todas sus formas de expresión”.
Para lograr esos objetivos, el nuevo presidente ha dicho que es preciso reinventar la nación, eliminando la desigualdad y aprovechando su creatividad. Señaló que no ha habido ningún intento de hacer que el país fuese menos dependiente y que la economía dolarizada fue responsabilidad de la élite. Su Plan Global Anticrisis tiene cuatro objetivos: “resguardar los empleos existentes y generar nuevas fuentes de trabajo; proteger a los sectores poblacionales más vulnerables de los efectos negativos de la crisis; aprovechar esta crisis para impulsar políticas de estado en materia social y económica e iniciar la construcción de un sistema de protección universal para todas las mujeres y los hombres de nuestro país”. Entre otras cosas eso incluiría un programa de comunidades urbanas solidarias, con un mejoramiento de infraestructura y servicios públicos. También Funes prometió mejorar las condiciones de las comunidades rurales, con más tendido eléctrico, saneamiento, servicios de salud y educación. Otra medida es la entrega gratuita de materiales escolares a los jóvenes de las escuelas públicas. Otra será la dotación inmediata de medicamentos fundamentales a los centros de salud. Y dada la grave crisis financiera, se creará un Consejo Económico Social entidad en la cual, dice, “los principales sectores económicos y sociales del país dialogarán y buscarán acuerdos sobre los principales temas socioeconómicos”.
Funes no evitó el hablar de una revolución, que debe ser ética, basándose el bien público en una competencia “sana y democrática”, sin gasto innecesario ni corrupción y con mayor eficacia de la gestión pública. Tampoco esquivó los problemas de la calidad de vida que se ven afectados por el narcotráfico, el crimen organizado y la delincuencia, la pobreza y la contaminación del medio ambiente.
Reinventar la nación significa también reconstruir hospitales, reformar las escuelas, las carreteras, las fuentes de energía. Significa eliminar la meritocracia, con la idea de “Derechos, sí, para todos. Privilegios, no, para nadie”. Luego, volviendo al tema del narcotráfico, Funes reiteró la necesidad de luchar contra las maras y su forma de controlar barrios y comunidades.
El nuevo presidente rindió homenaje a los líderes de las diversas naciones que estaban presentes, mencionando especialmente a Hillary Clinton como representante de Barack Obama y Lula da Silva del Brasil. Como líder salvadoreño nombró al Monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980, llamándolo guía espiritual de El Salvador. Y no se olvidó de los que han tenido que salir del país en busca de empleo, porque promete que su gobierno “trabajará sin desmayo durante los próximos cinco años en una agenda de cambio estructural que va a beneficiar tanto los salvadoreños que aqui viven como nuestros hermanos emigrados… les daremos el apoyo necesario para asegurar sus derechos de trabajar… y regularizar su situación migratoria. En particular su derecho de ir y venir para posibilitar su reunificación familiar”.
Afirmando su intención de mantener o restablecer relaciones con todos los países latinoamericanos, incluyendo Cuba, tambén Funes dijo que quería fortalecer la relación que tiene El Salvador con los Estados Unidos, país en que viven tantos salvadoreños.
Ojalá que se cumplan las promesas y esperanzas del nuevo gobernante de El Salvador.
This has been Kathleen March from the University of Maine. Today we discussed points from the inaugural speech of El Salvador’s new president, Mauricio Funes of the FMLN party. This report for WERU was in collaboration with Radio Sumpul in El Salvador and US– El Salvador Sister Cities.